martes, 24 de marzo de 2009

Un año del encuentro....



Hace tiempo que no escribo y es por gandulitis-crónica porque tiempo sí que tengo.

Hace un año a estas horas estaba subida en el avión rumbo a Madrid, estaba como una moto, no me importaban las horas de vuelo, la noche sin dormir, el no descansar del viaje antes ir a por la niña,me daba igual, yo solo pensaba en el encuentro, en tenerla con nosotros, ya habíamos descansado lo suficiente durante la espera. ¡error! porque luego pasa factura ¡ eh !. Ya cuando cogimos el avión Madrid-Bogotá salió con retraso lo que supuso perder el siguiente vuelo Bogota-Bucaramanga, menudo disgusto nos llevamos, solo teníamos cuatro horas cuando llegáramos a Bucaramanga para volver a hacer unas seis horas de coche, así que al final en Bucaramanga solo pasamos dos. Dos noches enteras sin dormir, recuerdo ir dando cabezazos en el coche, no podía ni abrir los ojos y eso que no quería perderme el paisaje, vimos el amanecer de Santander desde el coche y nuetro primer desayuno fue ver como el coche se estropeaba, mientras nos tomábamos un caldo cargado de cilantro y una leche con café que sabía a horrores.Teníamos que estar en Veléz a las 9 de la mañana y al coche le salia agua. Al final pudimos seguir pero yo pensaba que en cualquier momento nos quedabamos tirados.......

Uno de los momentos que más recuerdo es cuando vimos el pueblo de lejos, cuanto más nos acercábamos más bonito me parecía, la espera allí fue otra cosa, nuestra princesa se hizo derrogar y tardo dos horas más en llegar, así que yo ya era un manojo de nervios..

El momento en que la vi, fue raro, se abre la puerta y Juan Carlos la coge en brazos y yo no sé ni lo que pensé, era tan diferente a la niña que habíamos mirado una y otra vez en la foto. Era la misma, yo la había dibujado, la conocía, pero esa foto era de hacia unos cuatro meses, ¡ lo que cambia un niño/a en tan poco tiempo ! la cogí en brazos............... no se pueden explicar con palabras esos momentos, por lo menos, yo no puedo.

Hace un año y recuerdo el tacto de sus manitas, tan pequeñitas.... hoy recuerdo esos momentos como si no hubiera pasado el tiempo, deseé tantos años ser madre y ahora todo es tan normal.
Mi princesa, me dejo kao esa tarde y al día siguiente...... y los demás días.
El dolor de cabeza me acompaño de una sonrisa que me rozo las orejas varios días.
Es sin duda lo mejor que nos ha pasado ........... un proceso y unos momentos durisimos, llenos de cariño y de ilusión.
Ahora volvemos a embarcarnos en nuestra segunda adopción, sin duda, viviendola con la serenidad que no vivimos en la primera....